Luego de conocerse el tráfico de armas que autorizó la Agencia de control de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF, por su sigla en inglés) de Estados Unidos hacia México, el presidente estadounidense, Barack Obama, prometió consecuencias y aseguró no tener conocimiento, informaron medios locales.
“En primer lugar no la autoricé. Eric Holder, el Fiscal General, no la autorizó (...). Así que lo que él ha hecho es asignar un inspector general para investigar lo que pasó exactamente”, indicó Obama durante un entrevista, este martes.
Al ser interrogado sobre si tenía información de la operación Rápido y Furioso, como se le denominó, respondió “absolutamente no”.
El operativo armamentista provocó un escándalo diplomático entre ambos países. En México por ejemplo, las autoridades admitieron conocer el caso.
“Hemos iniciado una excelente cooperación y quizás se produjo una situación en la que hubo un serio error. Si ese es el caso, lo averiguaremos y habrá consecuencias", amenazó el premio Nobel de la Paz.
La corresponsal de teleSUR en México, Laura Simón, citó a la cadena de televisión CBS y dijo que, de acuerdo a las revelaciones, funcionarios de ambos países estuvieron involucrados.
“No sólo la Agencia estadounidense para el control de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego estuvo involucrada en el contrabando de armas a México, también personal del Departamento de Seguridad interna de Estados Unidos, de la Agencia Antidrogas (la DEA), de la oficina de inmigración y Aduanas y un fiscal del Departamento de Justicia estuvieron, al menos, enterados de la polémica operación”, relató Simón.
El operativo, autorizado por la ATF habría permitido el ingreso a México de más de mil armas entre 2009 y 2010 para ayudar a las investigaciones contra los cárteles de drogas, según las agencias de noticias.
La operación Rápido y Furioso “consistió en que Agentes de la ATF pactaron con vendedores estadounidenses, autorizados, para que ofrecieran armamentos a contrabandistas en México. El objetivo era rastrear esas armas y así poder desmantelar células del crimen organizado”, indicó Simón.
A pesar, de que el objetivo no se llevó a cabo “las dos mil armas de alto poder sí entraron a México”, acotó.
La periodista de teleSUR, en este sentido, explicó que la operación salió a la luz pública después de que autoridades estadounidenses descubrieran que con una de las armas de fuego fuera asesinado el agente de inmigración, Jaime Zapata.
“Este es un gobierno muy grande, tengo muchas piezas sueltas", manifestó Obama.
“Le he dicho al presidente (Felipe) Calderón, y lo he dicho públicamente, que tenemos obligaciones”, agregó el presidente estadounidense en referencia a la visita hace dos semanas del mandatario mexicano a Washington.
Por su parte, la canciller mexicana, Patricia Espinosa, reconoció -el pasado 18 de marzo durante una comparecencia en el Senado- que su cartera estaba al tanto de los “operativos que pretendían incrementar ladetección de tráfico ilícito de armas de EE.UU. hacia México”.
Finalmente, la periodista de teleSUR, Laura Simón, indicó que “se sabe de por lo menos otra operación similar de contrabando de armas, auspiciadas por autoridades estadounidenses, hacia México en 2008”.
En México, la Procuraduría General de la República inició una investigación para dar con los involucrados en la operación rápido y furiosos.
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