El presidente libio, Muammar Gaddafi, ofreció este lunes una amnistía a los manifestantes rebeldes y soldados desertores que depongan las armas, mientras las fuerzas regulares continúan retomando el control de importantes localidades del este del país norafricano.
La televisión estatal difundió un comunicado de la máxima dirección de esta nación, donde se promete perdonar a los militares que se pasaron a las filas sublevadas y decidan rendirse, reseñó Prensa Latina.
En el texto también se indicó que la medida alcanza a los civiles que entreguen el armamento pesado con los que combaten a las Fuerzas Armadas leales a Gaddafi.
Fuentes del Ejército afirmaron que penetraron en zonas rebeldes como Ajdabiya, localidad del oriente considerada el último bastión de los alzados antes de Benghazi, la segunda ciudad del país.
Ajdabiya es considerada por los insurgentes como un punto “vital” que conduce también hacia Tobruk, otra de las primeras localidades controladas por los grupos opositores.
Reportes oficiales destacaron que las tropas regulares lanzaron una contraofensiva en la occidental Zarawah, como parte de las acciones para recuperar el dominio gubernamental.
El portavoz del Ministerio de Defensa libio, Milad Al-Fekhi, afirmó este domingo que la actividad laboral se reanudó progresivamente en las zonas de la costa mediterránea con instalaciones petroleras como Ras Lanuf, Misratah y Brega.
Este domingo fue difundido un video en el cual Aou Yahya al Libi, líder de Al Qaeda, exhortó a los insurgentes a seguir combatiendo “sin dudas y sin miedo”. Se trató de la primera reacción de esa organización, a la que Gaddafi atribuyó los planes de desestabilización que comenzaron el 15 de febrero pasado.
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