El Gobierno de Rusia instó a la República Popular Democrática de Corea (RPDC) a regresar a la mesa de negociaciones a seis bandas (Rusia, Estados Unidos, China, Corea del Norte, Corea del Sur y Japón) sobre el tema de la desnuclearización y que permita la visita de inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a sus plantas para aliviar la tensión con su vecina del Sur.
Rusia pidió a través de un comunicado "el anuncio (por parte de Pyongyang, capital norcoreana) de su disposición a regresar a la mesa de negociaciones a seis bandas sin condiciones previas sobre la base de la Declaración Conjunta de Corea del Norte, Corea del Sur, Rusia, China, Estados Unidos, y Japón de 19 de septiembre de 2005".
Rusia llama a la parte norcoreana a que "imponga una moratoria sobre la fabricación de armamento nuclear y la realización de ensayos atómicos y el lanzamiento de misiles con tecnología balística".
Moscú insta también a que Pyongyang "de su consentimiento al acceso de expertos del OIEA a las instalaciones de enriquecimiento de uranio e incluya el 'dossier de uranio' de Corea del Norte en la agenda de las negociaciones a seis bandas".
Igualmente, pide a la parte norcoreana que "invite a los inspectores del OIEA a regresar a la planta nuclear de Yongbyon", de donde fueron expulsados en abril de 2009.
Rusia reiteró el convencimiento de que el conflicto en la península Coreana se arreglará por vía diplomática con ayuda de negociadores internacionales.
En unas consultas celebradas este mes entre las Cancillerías de Rusia y Corea del Norte a nivel de viceministros en Pyonyang, Moscú subrayó “la necesidad de que Corea del Norte dé una serie de pasos constructivos en el interés de un pronto restablecimiento del proceso negociador".
Los diplomáticos intercambiaron opiniones sobre un amplio abanico de asuntos relacionados con relaciones bilaterales, así como con la situación en la península Coreana, con hincapié en la necesidad de la desnuclearización de la región.
En este encuentro, las autoridades rusas recomendaron a Norcorea no imponer condiciones previas para la reanudación de las negociaciones.
En diciembre de 2008, se celebró la última ronda de las negociaciones nucleares a seis bandas, iniciadas en 2003.
Estas reuniones fueron suspendidas en 2008 debido a que Pyongyang anunció que abandonaba el proceso de negociación.
En 2010, las tensiones entre las dos Coreas se intensificaron luego que Pyongyang respondiera en noviembre de ese año a un ataque de Corea del Sur en el Mar Amarillo, que dejó un saldo de dos muertos y 18 heridos.
Este enfrentamiento militar surgió presuntamente cuando Corea del Norte le advirtió a Corea del Sur que “no ejecutara maniobras de fuego real en aguas del Mar Amarillo”.
A partir de ese enfrentamiento, comenzaron maniobras en la región asiática, entre Japón y Estados Unidos, las más importantes que jamás hayan realizado los dos países en conjunto. Bautizadas "sable afilado", estas maniobras, que marcaron el 50 aniversario de la alianza nipona-estadounidense, duraron una semana.
Corea del Sur y sus aliados han expresado su preocupación después de que Pyongyang revelara el pasado noviembre que está enriqueciendo uranio con fines pacíficos. Seúl (capital surcoreana) no ha descartado acudir al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para pedir nuevas sanciones contra el Gobierno norcoreano.
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