“El 1 de Mayo conmemora la lucha de la clase obrera por alcanzar plenamente su dignidad, una lucha que no cesa y que cada día implica nuevos desafíos, porque se trata de enfrentar un sistema de explotación que se ensaña en el trabajador, el sistema capitalista, el capitalismo salvaje, que percibe al obrero como objeto y le niega su condición humana”, así lo expresó el periodista José Vicente Rángel.
Durante su programa dominical José Vicente Hoy, que transmite Televen, el comunicador social señaló que está consciente de que no habrá dignidad para la clase obrera en el ámbito de un sistema (capitalista) que en esencia niega esa condición, “por consiguiente la lucha reivindicativa de los trabajadores trasciende al simple regateo de mejoras salariales”, comentó.
Por ello, Rangel considera necesaria la aspiración de los trabajadores una meta de poder, “lo confirma lo que ocurre en el mundo, donde en países más desarrollados (EEUU y la Unión Europea), con elevadísimas cuotas de riqueza, avances tecnológicos y satisfacción de necesidades, el progreso se concentra cada día más en un sector privilegiado de la sociedad, al mismo tiempo que se limitan los beneficios para la clase obrera”.
Como ejemplo, citó que en Estados Unidos hay toda una ofensiva de la clase más conservadora que promueve la renuncia de las jubilaciones, la reducción del salario y de los beneficios sociales, mientras 400 estadounidenses tienen la misma cantidad de riqueza que la mitad del total de la población.
Mientras que, en los países más ricos de Europa, la clase obrera está contra la pared, lesionada en sus derechos y más cercanos a la perspectiva de que estos disminuyan progresivamente, mientras el privilegio aumenta a favor de la minoría.
“El papel que tiene que jugar hoy la dirección de la clase obrera es más exigente que nunca, requiere de un mayor compromiso clasista, exige honestidad, compromiso, unidad y autenticidad, pero el contraste es en que en la actualidad impera la división, la desvinculación de los problemas reales y concretos de los trabajadores y un reivindicacionismo que distrae de los verdaderos objetivos, así como síntomas evidentes de corrupción, que resta autoridad a la dirigencia”, agregó el periodista.
Rángel destacó que mientras en países desarrollados se restringen los derechos a los trabajadores y jubilados, en Venezuela, por el contrario, se aumenta el salario mínimo en un 25%, se universaliza el ticket de alimentación y aumenta en 45% la escala salarial y el tabulador para el sector público.
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